Juan Carlos Chebez, un referente en materia de áreas naturales protegidas y reservas naturales de la Argentina, aseguraba en el año 2005, en el tomo 2 de la Guía de las reservas Naturales de la Argentina, que: si bien aun queda una minoría de personas que opina que las reservas naturales son “terrenos baldíos, carentes de todo interés, criaderos de malezas y alimañas y un gasto inútil”, el mayor problema que enfrentan nuestros ambientes naturales es la peligrosa visión de muchos decisores en materia de áreas protegidas que no toman el problema del cambio ambiental y la transformación de los ambientes, como un tema prioritario, escudándose en períodos de crisis económica, social, educativa o sanitaria.
Esta postura se convierte en un intrincado dilema donde “mientras el tiempo transcurre, los procesos de transformación de los ambientes naturales siguen incrementándose”
... y nosotros, encontrándonos involucrados indiscutiblemente, en uno de los fenómenos de extinción masiva de la biodiversidad del planeta más grande de los que podemos tener consciencia y originado a raíz de nuestras actividades de desarrollo económico.
Operar en este marco, con mecanismos burocratizados, especulativos o con desinterés, es aportar directamente al empobrecimiento y la condena de las generaciones futuras.
Martín R. de la Peña, uno de los naturalistas contemporáneos que junto a otros pioneros abrió caminos que nosotros después seguimos, que no solo anotó en su libreta, sino que “publico y publica con su bolsillo” y que nos enseñó tal vez mucho más de lo que sabemos a través de incentivarnos en el estudio de las aves y los ambientes naturales; lograba que un día como hoy la Universidad Nacional del Litoral tuviera un área donde se prohibía cualquier actividad “que no sean las de estudios o investigaciones referidos” a las plantas y animales. Convirtiendo así a un pedazo de la Escuela Granja de Esperanza en una de las primeras Reservas universitarias de la Argentina…
11 de octubre de 1979 – 11 de octubre de 2010: 31 años de la Reserva de la Escuela Granja
Gracias a una visión universitaria, pensamientos y acciones holísticas, demostramos que no estamos dispuestos a dejarnos llevar por el olvido.
Es cierto, ya no estamos andando en el camino del olvido, pero: ¿qué camino tomaremos?
Por Leandro Antoniazzi
Comentarios