Un pirómano o un turista puede quemar a propósito o por negligencia cualquier parque nacional de Chile y su castigo no sobrepasará los 300 dólares, según la obsoleta Ley de Bosques vigente en el país.
Como la pena es ridícula, la fiscalía que investiga el origen del fuego que destruyó un sector del sureño Parque Nacional Torres del Paine optó por cerrar el caso y obtener más dinero y un compromiso de trabajo para reparar algo del daño causado.
Según testimonios e indagaciones judiciales, el israelí Rotem Singer, fue quien comenzó en diciembre un incendio forestal que arrasó con más de 17.000 hectáreas del parque Torres del Paine, uno de los más grandes y hermosos del país, que anualmente atrae a más de 150.000 turistas, la mayoría extranjeros.
Aunque Singer nunca admitió su responsabilidad, otros visitantes israelíes declararon haberlo visto quemar papel higiénico después de usarlo, lo que el 27 de diciembre desató el siniestro. El fuego, que se creía apagado, rebrotó recientemente a causa de los vientos de más de 100 kilómetros por hora que soplan en la zona, distante 3.200 kilómetros al sur de Santiago.
Se inició entonces una investigación judicial. Si Singer era encontrado culpable podía ser condenado a pagar la irrisoria multa y a una pena de entre 41 y 60 días de prisión.
El juzgado de garantía de Puerto Natales, con jurisdicción sobre el parque, aprobó un acuerdo entre Singer y la fiscalía de Magallanes por el cual el turista deberá pagar 10.000 dólares para regresar a su país, desde donde deberá colaborar con una campaña ambientalista para reunir fondos para reproducir en los viveros de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) un mínimo de 50.000 especies autóctonas para reemplazar a las destruidas por el incendio.
El fiscal regional de Magallanes, Juan Agustín Meléndez, explicó que aceptó suspender el proceso y alcanzar un acuerdo alternativo porque "la pena que otorga la ley en el caso de que hubiéramos conseguido una condena llegaba a un máximo de 150.000 pesos (unos 310 dólares)".
Meléndez agregó, según sus declaraciones reproducidas en la página de internet de la Fiscalía de Magallanes, que "la legislación en esta materia se ve absolutamente superada ante los daños ocurridos".
Singer, de 23 años, también debió firmar un compromiso de trabajo durante uno o dos años con la organización ambientalista mundial Keren Kayemet Leisrael y cuando regrese a Israel deberá colaborar en una campaña para reunir los 50.000 árboles que se prometieron a la Conaf.
Roberto Muñoz, director de esa organización, explicó al vespertino La Segunda que se especializan en reforestación y cuidado del medio ambiente, "así que nos propusimos ir en ayuda de las Torres del Paine".
El Parque de 240.000 hectáreas también es considerado biosfera de la humanidad. Un sector de las Torres del Paine debió ser cerrado durante nueve días.
En 1985 un turista japonés apagó mal una colilla de cigarrillo y desató un siniestro que consumió 14.000 hectáreas. En 2005 un visitante checo volcó una cocinilla que destruyó otras 15.000 hectáreas. El gobierno de la República Checa compró 30.000 árboles para reforestar el área dañada.
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