Frenan tráfico de mariposas en Misiones

El Ministerio de Ecología, Recursos Naturales Renovables y Turismo de la provincia de Misiones secuestró un cargamento de mariposas y polillas que tres norteamericanos recolectaban en la zona norte de la provincia (en proximidades de Pozo Azul, en la ruta provincial n° 17) y radicó la denuncia penal por infracciones a las leyes ambientales vigentes tanto en el país como en el ámbito provincial.
Los extranjeros, que adujeron desconocer las reglamentaciones locales y que recolectaban para una universidad del estado de Arizona, tenían en su poder a 920 individuos de mariposas y polillas, dispuestos en sobres individuales y conservados en recipientes plásticos de cocina, entregaron el material recolectado y se pusieron a disposición del Ministerio, quien les labró las actas de rigor y les fijó una multa, para después presentar la denuncia penal.
Esta operativo se disparó cuando en una recorrida de rutina por la ruta provincial 17, en proximidades del cruce de Pozo Azul, el intendente de Áreas Naturales Protegidas del Ministerio de Ecología, Victor Matuchaka, observó a los extranjeros recolectando elementos de la biodiversidad misionera con las redes cazamariposas y dio aviso a guardafaunas de Eldorado, quienes realizaron el procedimiento e incautaron las mariposas que tenían en el lugar y otras que estaban acopiadas en el hotel donde se hospedaban.
En primera instancia, realizaron un secuestro preventivo del material, que será destinado a la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones, donde determinarán las especies y las conservará.
Los extranjeros no contaban con autorización para las recolecciones, como tampoco habían gestionado los permisos ante el Ministerio de Ecología o alguna otra dependencia nacional o provincial.
Después de evaluar la situación, Ecología procedió al decomiso definitivo de las especies.
Misiones cuenta con leyes, decretos y resoluciones que establecen la metodología de recolección y transporte de toda su flora y su fauna nativa, que se debe cumplimentar siempre ante la autoridad de aplicación que es el Ministerio de Ecología. Para iniciar esos trámites, los extranjeros debieron, en primer lugar, acreditarse como representantes de la Universidad de Arizona, a la que dijeron pertenecer, a efectos de que se analice la viabilidad de la recolección, después que la Universidad haya gestionado a través de la Cancillería argentina, el pedido pertinente. Pero esos pasos fueron obviados.
 
Opinión de Ezequiel Nuñez Bustos:
Me parece bien que haya vigilancia de estas cosas, pero mientras tanto la selva se achica más y nadie es responsable de ello. Me van a decir que esos 920 insectos van a influir en el futuro de la ecología de la zona ?. La paradoja es que para estudiar insectos hay que hacer una serie de trámites burocráticos, mientras que para deforestar prácticamente no piden nada y no se puede comparar lo destruído a nivel biológico en una deforestación, con lo de 3 personas colectando en un viaje de unos días. En Iguazú se cuentan por miles las mariposas muertas por los vehículos en el tramo desde y hacia cataratas y nunca se vió una noticia sobre ese tema puntual. Si hubieran hallado a esos tipos colectando arañas, chinches u otro grupo de bichos no carismáticos, hubiese salido a la luz la noticia ?. Creo que el problema de fondo acá es la deforestación misma, en especial en la zona de Pozo Azul, donde la selva se achica día a día. Y debería vigilarse en especial a las personas que comercian con estos seres, ya que poseen cazadores que viven en la zona y se los compran a ellos en grandes cantidades una vez al mes o cada cierto tiempo. Si bien es cierto que los investigadores deben tener permiso y autorización de las autoridades provinciales, la realidad es que ellos no comercian con las mariposas y seleccionan a menudo los grupos que colectan para estudiar, mientras que los verdaderos comerciantes juntan todo lo que sea bonito y aquellas especies ¨raras¨, que se cotizan mucho más. Esperemos que las noticias en el futuro sean porque ya no se permita deforestar tan fácilmente o porque se incorporan nuevas áreas protegidas al corredor verde.