Nació el 30 de Junio de 1956 en Buenos Aires, de chico disfrutó las aguas del Carapachay en la quinta del Tigre, hizo atletismo, salto olímpico, y jugó al golf y al tenis. Al egresar estudió locución para vencer una incipiente tartamudez, luego medicina y biología, carreras estas últimas que no concluyó. Hablaba y escribía alemán de una manera artesanal, el que aprendió de su madre, el colegio alemán y la comunidad que frecuentaba.
La pasión por la naturaleza lo hizo incursionar en la fotografía y el cine. Se autodenominaba “documentalista fílmico-fotográfico” y, a pesar de su obsesión por el cine, su fuerte era la instantaneidad. En el cine, como en la vida real, era desordenado, inconstante, caprichoso y obsesivo en la temática.
Por sus fotos recibió premios, su mayor orgullo fue la “Pirámide de Plata”. Su obra abarca revistas, manuales educativos, enciclopedias y almanaques de una época donde la conservación era pura pasión, y a la que Lucio se entregó de lleno, con una convicción innata. Las fotografías que tomó reflejaban su alegría de vivir más allá del bagaje que sabíamos arrastraba su alma pero con el que nunca medró.
Su pasión por la naturaleza era fruto de la inocencia. Esta lo salvó, lo llenó de amigos aquí y allá, lo hizo viajar por el país y el mundo, y lo hizo dar pero también exigir cariño de manera desesperada. Los amigos de sus amigos pasaban sin más a ser sus amigos. Su ritual eran las reuniones de los miércoles en Aves Argentinas y las visitas a la Reserva de Ribera Norte, donde hizo sus primeras armas y obtuvo sus primeros logros como conservacionista.
Amaba a su país, al que reconocía en el tango, el Tigre, el Iberá, el Chaitén, el Aconcagua, su perros y sus tortugas. No creía en el más allá, y sus preferencias culturales, como en la amistad, eran irrevocables: recitaba a Almafuerte, citaba a Nietzche y en lo clásico sólo apreciaba la música de Wagner, Mozart y Beethoven. En el folklore fue sólo incondicional con Mercedes Sosa y José Larralde.
En el último tiempo vivía de sueños. Quería desesperadamente ser ciudadano europeo y volver a Alemania donde la buena fortuna decía lo aguardaba. Solía confundir la realidad con sus fantasías. Siempre optimista y capaz de sonreir en la adversidad que lo tocaba.
Fue mi gran amigo. Fue también amigo de muchos a los que se entregó sin dobleces, y a quienes siempre volvía de una u otra forma y así narrar anécdotas cada vez más disparatadas como inverosímiles.
Su alma tenía un abismo que periódicamente lo acechaba y que finalmente tocó su corazón. ¡Corazón de Atleta! decía tener, con el que nos inundó de afecto y resistió los embates hasta apagarse un 13 de marzo a los 54 años.
Hasta siempre Lucio!
Lucio Contigiani (1956 – 2011) – Corazón de Atleta
Autor: Tomás Waller
Comentarios
#1 Daniel Gomez dijo: 29.03.2011 - 22:49hs Un gran amigo, y un maestro para mi, ya que fue uno de los primeros que se animaron a sacar fotos de flora y fauna nativas. Compartia sus logros y secretos fotograficos desinteresada y humildemente, y contagiaba su entusiasmo con quien sentia tenia afinidad por la fotografia de naturaleza. Uno de sus logros y legados creo que fue su prolifica produccion fotografica, y el otro creo el principal, fue el haber dejado una grata e indeleble huella en quienes lo conocieron. El Lucio sonriente, bromista y compañero incansable de aventuras en la naturaleza (que era su paraiso) siempre estara con nosotros.
#2 Marcelo Beccaceci dijo: 30.03.2011 - 09:25hs Lucio, Uno de los primeros voluntarios de mi Grupo Especies en Peligro de Extinción durante los años dorados de la Fundacón Vida Silvestre Argentina. Compañero inseparable de aventuras y desventuras en la naturaleza y colega fotógrafo. Registró en su cámara de super 8 las andanzas de quienes nos internábamos en esteros, lagunas, pajonales, selvas, bosques y desiertos en busca de especies amenazadas. Siempre recordaremos la frase de Danielo Forcelli: "Todo hombre tiene un niño en su interior. Lucio tiene dos".
#3 Walter Brandauer dijo: 06.09.2018 - 23:54hs Hola, fuí compañero de Lucio en parte del Secundario... de adulto lo ví una sola vez cuando vino al Colegio Hölters a una fugaz visita en Villa Ballester.
Charlamos de lo que hacía en la estancia en Corrientes y de sus fotos para Canal 1 en Europa... No sabía que había fallecido.... sería lindo que alguien me comentara sus últimos tiempos...
Mi dirección de mail es el_aleman93@hotmail.com muchas gracias!!