Desde hace unos 7 años, creció en gran número la cantidad de ballenas varadas en Península Valdés. Los científicos están preocupados, y admiten, según datos estadísticos, que el 90% son crías de un año. El fin de semana, varó un ballenato de 2 metros, en El Doradillo.
Desde un tiempo a esta parte, es preocupante el número de varamientos de ballenas Franca Austral en inmediaciones de Península Valdés. Este fin de semana, apareció un ballenato varado de 2 metros, con signos de haber sido intervenido, pero nadie ha retirado los restos del lugar.
El Programa de Monitoreo Sanitario de Ballena Franca Austral, que funciona con aportes de cinco organizaciones científicas (dos de ellas de los Estados Unidos) y apoyo logístico de instituciones oficiales, habilitó los teléfonos (02965) 1555-4724 y 103 (Defensa Civil) para que turistas, pescadores y residentes que encuentren un animal varado muerto avisen de inmediato.
Eso permitirá que los investigadores lleguen antes de que el deterioro del ejemplar impida obtener muestras de tejido óptimas para analizar e identificar indicios para develar la causa de muerte, que por ahora tiene tres hipótesis: la baja disponibilidad de alimento (krill) para las hembras adultas; las biotoxinas marinas (marea roja), y la transmisión de enfermedades infecciosas por el agua o entre distintas especies.
Números
Hay que señalar que en 2009, se encontraron 81 animales muertos en la Península Valdés. Se examinaron 79, pero ninguno tenía signos, como cicatrices o heridas en el cuerpo, del origen posible del varamiento u otras evidencias de acciones humanas. Estos datos fueron brindados en los últimos días por la veterinaria Andrea Chirife, responsable del programa de monitoreo, a medios de prensa nacionales.
Según el estado de descomposición del cuerpo del animal, se realiza un examen externo minucioso y, luego, el examen interno o necropsia.
La mayoría se encontraron por reportes telefónicos (sólo el 24% se halló durante controles vehiculares o con avioneta). Del número de ejemplares varados, sólo en el 20% se pudo hacer una necropsia completa y colectar muestras de alto valor diagnóstico, según Chirife.
Informes
Desde 2003, según un informe del Centro Nacional Patagónico (CENPAT), donde se realizan algunos de los análisis de esas muestras (otras se envían a laboratorios en otras ciudades del país y en Estados Unidos), se registraron 366 ejemplares muertos de ballena franca austral. El 90% son crías de temporada, y los resultados de un relevamiento del equipo de la doctora Vicky Rowntree, cofundadora de la Ocean Alliance (EEUU), explican la preocupación de los expertos internacionales.
Se estima que las aguas de península Valdés alojan a unos 6100 ejemplares, según se informó durante un taller de trabajo realizado en marzo en Chubut y en la última reunión en Marruecos de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
Otra amenaza son las gaviotas, que se alimentan de la grasa de las ballenas. El Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) monitorea desde hace una década los ataques de las gaviotas.
Fuente: Diario El Chubut
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