Unos 1.300 turistas que visitaron durante el fin de semana las Cataratas del Iguazú, ubicadas en el norte de Misiones, lucieron un crespón negro en señal de luto para reclamar mayor presupuesto y más guardaparques tras la muerte de un yaguareté a manos de cazadores furtivos.
La demostración, que se inició sábado y continuó ayer en el Parque Nacional Iguazú, fue acompañada por un petitorio dirigido a la Administración de Parques Nacionales, al Ministerio de Ecología de Misiones y a la Dirección Nacional de Fauna.
La consigna expresada por los manifestantes e impulsada por organizaciones de preservación ambiental fue "La selva está de luto, una maravilla menos", en alusión a la muerte del yaguareté que fue bautizado como "Guacurarí" y cuyos restos fueron hallados días atrás. El animal era un macho adulto, estaba monitoreado desde 2006 y fue víctima de los cazadores furtivos que pululan en el Parque Provincial Urugua-í, aledaño a Iguazú, en un área de protección estricta.
Además, se trataba de uno de los últimos 50 ejemplares de los que viven en el llamado Corredor Verde de la selva misionera, y al parecer recorría las áreas comprendidas por el Parque Nacional Iguazú, Parque Provincial Urugua-í y algunas propiedades privadas.
En el documento que firmaron los visitantes de las Cataratas del Iguazú se solicitó a las autoridades que incorporen más guardaparques, cuenten con un mayor presupuesto, infraestructura y controles contra la caza furtiva en los sectores protegidos tanto pertenecientes a la provincia y Nación.
Las actividades de comunicación desarrolladas durante el fin de semana fueron propuestas por el Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico, la Fundación Vida Silvestre y Conservación Argentina. Las organizaciones contaron con el apoyo y la adhesión de Bancos de Bosques, la Organización Mundial de Conservación (WWF) y otras entidades, informó una publicación.
El sitio redyaguarete.gov.ar informa que yaguareté significa "La Verdadera Fiera" en Guaraní, Rey de las selvas tropicales y subtropicales de América, es el mayor félido del continente y el tercero del mundo. Estupendo nadador, caminante incansable y poderoso cazador, puede recorrer enormes distancias en una sola jornada, y ni siquiera los caudalosos ríos Iguazú, Paraná o Bermejo pueden cortarle el paso. Su capacidad de adaptación le permite vivir tanto en la selva más espesa como en sabanas abiertas, zonas anegadas y hasta desérticas.
Si bien prefiere las grandes presas como pecaríes, jóvenes tapires, corzuelas y pacas, también devora lagartos, caimanes y serpientes, pequeños roedores y hasta aves menores, captura animales netamente arborícolas como los monos, pesca en ríos y arroyos y, en ocasiones, come algún fruto. Es solitario, cada macho establece su territorio expulsando a los otros, pero lo comparte con varias hembras, con las que se aparea. Los individuos de ambos sexos se juntan por períodos más o menos prolongados únicamente durante la época se celo.
Fuente: Los Andes
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