Unas dos hectáreas de selva por hora se pierden en Misiones. Y aunque aún así se conserva mayor cantidad aquí que en Brasil y Paraguay.
La Ley de Protección de los Bosques Nativos fue sancionada en noviembre de 2007 y frenó por un año la tala en todo el país para que las provincias pudieran realizar un ordenamiento territorial. Allí debían estar señalados en rojo las zonas intangibles, en amarillo las que podrían ser aprovechadas en forma sustentable y en verde los que pueden destinarse a cualquier aprovechamiento. El problema es que pocas provincias hasta ahora relizaron su ordenamiento territorial.
En Misiones, aún quedan en pie 1.400.000 hectáreas, equivalente al 50 por ciento del total. El gobernador Maurice Closs dijo que enviará a la Legislatura el proyecto para avanzar en el ordenamiento, que podría estar finalizado para mediados de 2010 y anunció que "se lanzarán incentivos y programas para promover la restauración del bosque nativo en los corredores biológicos. Para 2020 la superficie en restauración debería ser equivalente a la que se habilite para el aprovechamiento de la madera".
En la localidad de Andresito, en el Norte de Misiones, catorce productores rurales comenzaron el año pasado a reforestar con árboles nativos franjas de entre 10 y 20 metros que bordean los arroyos con el fin de conservar la calidad del agua. Este año se plantaron 22.000 árboles y el año próximo se piensa repetir la experiencia.
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