En tres oportunidades se decomisaron más de 600 aves sobre la ruta Nac. 34 en las cercanías de Rosario durante el mes de Julio de 2010. No es novedad lo del tráfico ilegal de aves, pero esta vez nos toca muy de cerca. En un lapso muy corto de tiempo se produjeron tres decomisos de aves transportadas en micro desde el noroeste de nuestro país. Estos micros fueron interceptados en nuestra provincia, en la Ruta Nac. 34 a pocos kilómetros de la ciudad de Rosario por Gendarmería Nacional.
Las aves secuestradas se entregaron a la Dirección de Fauna Provincial la cual dispuso del destino final de las mismas.
En los dos últimos secuestros, César Giarduz del COA Federal Rosario y el Médico Veterinario Guillermo Pérez Jimeno colaboraron en la identificación de las especies, notándose el predominio de ejemplares provenientes de la provincia ornito-geográfica del chaco distrito occidental, es decir: de la región chaqueña seca y de la provincia del Monte.
Dentro del grupo de aves decomisadas hubo una importante cantidad de ejemplares de Reyes del Bosque (Pheucticus aureoventris) que provienen del Chaco Serrano o de las Yungas. Remarcamos que las poblaciones de esta especie están en franca disminución, lo cual puede deberse tanto a la captura ilegal e indiscriminada que sufre desde hace tiempo como a la modificación de sus ambientes.
Lamentablemente estas aves, en su gran mayoría, murieron víctimas del estrés provocado por el hacinamiento, la falta de agua y alimento durante el periodo que transcurrieron en el micro, el posterior traslado hasta dependencias de la Dirección de Fauna y la falta de recursos e infraestructura para poder mantenerlas en cuarentena y recuperación.
Que las fotos de estas aves -animales que ya no volarán ni cantarán nunca más- sirvan de algo. Que nos dejen un mensaje claro: nadie tiene derecho a determinar el destino de otras vidas. La captura, tráfico y venta de aves silvestres es una actividad ilegal que atenta contra nuestro patrimonio natural.
Sepamos que el mascotismo de especies silvestres es una locura egoísta marcada por un negocio ilegal.
Que se tomen en cuenta estas experiencias para mejorar los métodos y acciones destinadas a reinsertar o reubicar estos animales y no tengan un final que no escogieron.
Cuando aprendamos a respetar las vidas de otros seres, habremos crecido como especie, habremos dado un paso adelante, seremos mejores; de lo contrario: seguiremos arrastrándonos en dos patas.
Que no suceda nunca más…
Fuente: http://avesdesantafe.wordpress.com/
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