En junio les transmitíamos la buena noticia de que habían nacido dos nuevas crías de oso hormiguero en la población reintroducida en la Reserva Natural Iberá. Tres meses después les queremos informar sobre las que probablemente han sido las peores dos semanas en los cuatro años que llevamos liberando osos en la región.
Todo empezó el 10 de agosto cuando los dos técnicos encargados del radioseguimiento de los osos liberados en el Iberá encontraron los cadáveres de Valentino y Tancu, dos osos juveniles liberados en 2010. Ninguno de los dos cuerpos mostraba heridas que apuntaran a una causa de muerte relacionada con depredación o cualquier tipo de lesión externa. El cuerpo de Tancu estaba demasiado deteriorado como para realizar una necropsia, mientras que el de Valentino fue trasladado a la cátedra de patología de la Facultad de Veterinaria de la UNNE para que fuera
analizado. Desgraciadamente, este cuerpo también tenía un alto grado de deterioro y no se pudo obtener ningún resultado conclusivo.
Ambos animales habían sido vistos bastantes flacos en los días previos, probablemente como resultado del fuerte frío de las semanas anteriores. Sin embargo, en el momento de su necropsia Valentino tenía restos de comida en sus intestinos. Tanto Valentino como Tancu eran osos huérfanos que fueron criados en nuestras instalaciones desde edad muy temprana después de que pobladores locales mataran a sus madres, y ambos pasaron satisfactoriamente los chequeos sanitarios sobre posibles enfermedades infecciosas.
Desgraciadamente, las malas noticias no terminaron acá porque diez días después encontramos el cadáver de “Scarface” dentro de la misma reserva Rincón del Socorro. La historia de este oso es muy diferente a la de los animales previos. Se trata de un oso adulto que fue encontrado por las autoridades de Santiago del Estero después de que algún poblador le golpease con un machete en al menos dos lugares de la cabeza.
De hecho, su nombre proviene del corte causado por el cuchillo en su hocico. Este animal llegó a nuestras instalaciones a mediados de junio en estado muy grave, inconsciente y con convulsiones. Aún así, después de muchos cuidados pareció recuperarse adecuadamente hasta que superó todos los análisis sanitarios y lo vimos con fuerzas para alimentarse por sí solo de hormigas y termitas.
Todo esto nos hizo ilusionarnos con la posibilidad de que el animal podría recuperarse de las heridas y traumatismos causados por los humanos. Finalmente, Scarface fue trasladado al área de liberación a nales del mes de julio y comenzamos a seguir su adaptación al medio natural.
Al principio se le veía comer bien y estaba bien de peso, pero en los días previos a su muerte
comenzamos a ver que el animal caminaba normalmente para, de repente, perder el equilibrio totalmente y caerse al suelo. El oso pasaba un rato tendido en el suelo y luego continuaba su actividad normal. Dos días antes de su muerte estos incidentes de pérdida de equilibrio se hicieron más frecuentes.
Como su cadáver fue encontrado en buen estado de conservación se pudo realizar una necropsia en
condiciones. Como resultado de ésta se observó que el animal tenía el colon y el recto muy cargados, como si no hubiera podido defecar en el último tiempo. También se encontró el cerebelo algo aplastado y el cerebro muy congestionado, lo que podría haber sido resultado de los golpes recibidos antes de ser rescatados y explicaría sus pérdidas de equilibrio.
Estas noticias tuvieron un fuerte efecto anímico en todos los miembros del equipo, ya que en
apenas dos semanas sufrimos la mitad de toda la mortalidad acumulada en cuatro años de liberación
de animales en el Iberá. Menos mal que también hay buenas noticias, como ha sido el comprobar
que las dos crías nacidas este año siguen creciendo adecuadamente. Por un lado, la tercera cría de Ivoty Porá aparece frecuentemente en las cámaras trampa ubicadas en el interior de la reserva Rincón del Socorro. Y, por otro, Chamán, el hijo de Tota (la primera osa que da a luz una cría mientras lleva un arnés con un radioemisor) es visto con frecuencia por miembros de nuestro equipo descansando, jugando y alimentándose junto a su madre. Conamos en que estas crías
sigan creciendo sanas y que el próximo año siga aumentando la reproducción en las hembras adultas
que actualmente habitan la Reserva Natural Iberá.
Finalmente, otra buena noticia tiene que ver con el reciente avistamiento de osos que no teníamos
radiomarcados. En las últimas semanas, hemos podido fotograar en el Este de la reserva al menos a tres osos adultos que no tienen radiocollar: dos de ellos sabemos que son Ivoty y Preto, los primeros animales liberados en el proyecto en 2007, y el otro u otros sería o serían uno o dos de los hijos de éstos. Además de estos animales fotograados en el extremo oriental de la Reserva Rincón del Socorro, vimos un oso adulto sin arnés caminando por el extremo occidental. Este animal podría ser uno de los hijos de los osos mencionados anteriormente (aunque esto implicaría un desplazamiento importante desde su área de nacimiento) o Machetero, un macho que perdió su radiocollar en el año 2009 y del que no hemos sabido nada desde entonces. Con estos datos
podemos asegurar que la población actual de osos hormigueros que viven en el Iberá está compuesta de 14 a 16 ejemplares.
Queremos expresar nuestro especial agradecimiento al doctor Javier Lértora (Cátedra de Patología General y Sistemática en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE) por su gran apoyo y excelente predisposición en la realización de las necropsias de los osos hormigueros.
Comentarios
#1 HERIBERTO JORGE LOPEZ GRANERO dijo: 31.08.2011 - 15:23hs POR SUERTE AUN QUEDAN VARIOS DE ELLOS CON VIDA,ME PARECE COINCIDIR CON LOS ANALISTAS DEL CASO,QUE LA MUERTE DE LOS EJEMPLARES JOVENES PUEDE ATRIBUIRSE AL FRIO INUSUAL ESTE AÑO