El transporte de mercaderías a través de barcos que llegan desde Asia está trayendo especies nuevas a la región, consideradas invasoras. Caracoles, gusanos de mar y mejillones son los que están causando mayores problemas.
La base de datos de invasiones biológicas en Uruguay (Inbuy) tiene registradas unas 251 especies entre plantas y animales que han llegado al territorio nacional y, no siendo autóctonas, están pasando a dominar parte del ecosistema.
La Inbuy depende en Uruguay de la Facultad de Ciencias y está en una red interamericana sobre diversidad, la cual lleva un registro sobre el movimiento de especies.
Según señaló Pablo Muniz, de la Facultad de Ciencias, los principales problemas detectados hasta el momento en materia de especies invasoras se encuentran en el mejillón dorado (Limnoperna fortunei), los caracoles Rapana venosa y el Ficopomatus enigmaticus, un gusano que habita en el mar.
Los caracoles Rapana son los más vigilados, en especial porque se expanden no solo en aguas uruguayas sino también en Argentina.
Se estima que fue en los años 90 cuando llegaron a estas costas procedentes de Asia. Arribaron en forma de larvas que venían en los barcos y cuando estos eran limpiados terminaron en zonas como las costas de Maldonado, Rocha y también en Canelones.
Una campaña efectuada en 2010 en Uruguay pagaba un peso por ejemplar “vivo o muerto”. En total los pobladores de las zonas más afectadas (las costas de Maldonado) llegaron a recolectar 5.000 de estos caracoles en 15 días.
Pero los problemas no se han solucionado. “Se han hecho estudios que demostrarían que la merma de mejillones en la isla de Lobos está ligada a la presencia de estos caracoles, los cuales no solo tienen una gran voracidad sino que no hay nadie por encima de ellos en la cadena alimenticia”, sostiene Muniz.
Esta situación ha llevado a que la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) esté buscando cómo industrializar estos caracoles, que hoy por hoy son los principales competidores de quienes recolectan mejillones en varias zonas de Punta del Este.
De esta manera los pescadores y mejilloneros también podrían dedicarse a la recolección de caracoles.
Otra especie que se está extendiendo de manera importante es una especie de gusano de mar (Ficopomatus enigmaticus) que se encuentra en lagunas. El mismo ha provocado un importante cambio en el entorno en Mar Chiquita (Argentina) y en nuestro país se ha detectado en algunos sitios como la laguna de Rocha.
También en un lago artificial que posee Ancap en la refinería de La Teja se ha descubierto su presencia, lo que causa serios problemas.
Otro invasor que se extiende es el mejillón dorado (Limnoperna fortunei). Fue detectado en el Litoral y la zona Sur del país. Entre las consecuencias negativas de este mejillón está la obstrucción de cañerías y oclusión de filtros, junto a inconvenientes en embarcaciones.
En el río Uruguay uno de los lugares más afectados es la represa de Salto Grande, donde ha obstruido instalaciones que posibilitan la generación de energía eléctrica.
El profesor Muniz sostiene que la Facultad de Ciencias trabaja con Salto Grande y Ancap buscando métodos de control para que estos invasores no afecten el medio ambiente, algo que es cada vez más reclamado por la comunidad internacional.
Por César Barrios | www.larepublica.com.uy
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